Las asanas son las diferentes posturas que realizamos para trabajar el cuerpo físico, mejorar la elasticidad de músculos y tendones, ejercitar las articulaciones y al mismo tiempo influir sobre los órganos y glándulas internas ayudando a mejorar su funcionamiento.

 

  La asana tiene tres aspectos: físico ( postura), emocional (la respiración) y mental ( la concentración). 

Hay dos fases en la asana: fase dinámica y fase estática.

En la dinámica construimos y destruimos la asana.

En la estática nos asentamos.

 La respiración va a animar la asana, da vida y energía a la postura. Ha de ser fluida y lenta. La lentitud en la respiración implica control.

 

La mente ha de estar concentrada, una vez establecida la asana.

 

Así pués se puede definir ASANA como el encuentro entre la postura, la respiración y la concentración.

 

   Patanjali decía: "Firme y cómoda ha de ser tu postura".  

  

​Las asanas pueden ser: De pie cuando se realizan erguidos,  de suelo, tumbados (boca arriba, boca abajo o de costado), y sentados.

 

Las asanas principales tienen una contra-postura de forma que una vez ejercitada determinadas partes de nuestro cuerpo, trabajemos a continuación las partes que

han sido  contraídas antes, obteniendo así un equilibrio.

 

 

Al realizar una asana hay que tener en cuenta:

 

• Que la respiración guía el movimiento.

• El movimiento ha de ser consciente, sentido.

• Que una vez conseguida la postura o que nos hayamos aproximado lo más posible a ella, intentaremos buscar el asentamiento en ella, permaneciendo inmóviles en ella.

• Que debemos siempre respetar nuestro límite y no forzar. 

• La más humilde de las asanas nos puede llevar a la conexión con nuestro propio ser.

• El saludo al sol es el conjunto de doce asanas encadenadas que trabajan todo nuestro organismo de forma casi completa. Puede servir como introducción a la clase de asanas siendo una forma muy buena de calentamiento de músculos y ligamentos.